Toda una experiencia
El comienzo del jardín de primera infancia es una experiencia inaugural de lo que será, con el pasar de los años, un largo sendero por recorrer en la vida de cada niño y niña. Cómo se den esos primeros pasos por fuera de su mundo familiar, dejará una huella.
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Un buen comienzo en el jardín de infantes, guardería maternal o jardines maternales sienta las bases para que luego el pequeño pueda apropiarse de ese nuevo espacio y así crear un vínculo afectuoso con sus docentes, con la dirección y con sus compañeros y compañeras. De esta manera logrará permanecer allí de un modo tranquilo y placentero, con la seguridad de que, cuando termine la jornada, sus cuidadores vendrán a buscarlo. Por todo esto, es importante que una persona de referencia (mamá, papá, abuela o cualquier persona que cuide al niño o niña) pueda estar presente durante la adaptación.
La adaptación es un tiempo clave en el cual niños y niñas conocen el jardín y sus reglas, construyen lazos afectivos con sus docentes y descubren qué se hace dentro de este lugar.
Claves de una adaptación respetuosa
- Debería ser gradual y progresiva.
- No debería tener tiempos establecidos de antemano.
- Debería contar con la presencia de una persona adulta de referencia.
- No debería ser necesario que ningún niño o niña se quede llorando.